Starlink lleva Internet por satélite a los vehículos en movimiento
Con una constelación de satélites artificiales que ya suma más de 2.300 unidades en órbita, la cobertura global de Starlink ofrece acceso a Internet de banda ancha en cada vez más zonas del planeta. Ya abarca casi toda Europa (menos Rusia), Oriente Próximo, Nueva Zelanda y casi toda Australia, buena parte de Norteamérica y Centro América y algunos países de Latinoamérica.
Las nuevas antenas de Starlink permiten acceso constante a Internet vía satélite en gran parte del planeta desde vehículos en movimiento
Hasta ahora la forma de acceder a este servicio que permite conectarse a la Red desde zonas remotas y carentes de cualquier infraestructura de telecomunicaciones es tan sencilla como una pequeña antena (antes eran parabólicas, ahora son planas), dándose recientemente el paso de incorporar la posibilidad de que pudiesen acceder vehículos como barcos o caravanas, aunque estas últimas en situación estacionaria.
A partir de diciembre, Starlink da un paso más con un nuevo tipo de antenas y un nuevo tipo de servicio. Se trata de antenas completamente planas que quedarán adosadas al techo de vehículos que podrán acceder a la conexión a Internet mientras están en movimiento.
Este avance tiene un precio que ya es más elevado que la versión «fija» de las antenas de Starlink, que cuestan 599 dólares, y en el caso de necesitar la conexión mientras el vehículo está en marcha el precio aumenta hasta los 2.500 dólares.
Por lo menos el precio del acceso sí se mantiene (135 dólares mensuales), pero la complejidad de la tecnología necesaria para la captación y el envío de la señal en movimiento, comprimido en antenas planas de relativamente escaso grosor, hacen que el precio sólo esté a la altura de los muy pudientes o de empresas con necesidades especiales de conexión constante de banda ancha mientras sus vehículos están en movimiento.
Estas nuevas antenas son resistentes a las inclemencias del tiempo, especialmente la lluvia, y están diseñadas para quedar instaladas de manera permanente en los vehículos, lo que parece más orientado a autobuses, trenes, cruceros y aviones que a vehículos particulares. Quizá a estos últimos les toque turno en un futuro.
Antonio Rentero
Comunicador especializado en tecnología y cine. Jurista especializado en protección de datos. Curioso especializado en prácticamente todo.
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