No necesitas un detector de textos para la IA: 11 señales para descubrir que un escrito está hecho con inteligencia artificial

Ante la pregunta: ¿este texto lo ha escrito una persona o una máquina? Aquí tienes una serie de pistas para salir de dudas

La llegada de herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT para el público en general y su adopción en infinidad de tareas por la posibilidad de aumentar la productividad y ahorrarnos mucho tiempo tiene una consecuencia: toparnos con textos escritos con IA en todas partes. Lo mismo puede ser trabajos de clase o descripciones de eBay como el próximo email que te llegue.

Aunque ayudarse de la inteligencia artificial para redactar no es algo malo ni mucho menos, sí que requiere de una lectura y revisión profundas posterior para no meter la pata o simplemente, abusar de la paja. Y esto aplica para quien la usa, pero también de quien se lo encuentra, por una sencilla razón: a veces hay quien copia y pega el texto sin preocuparse de más, la receta perfecta para el desaste.

Sí, hay detectores de IA, pero no son infalibles y hay un método todavía mejor: educar el ojo para descubrir cuándo un texto está escrito con inteligencia artificial. Porque la inteligencia artificial, aunque es de lo más capaz generando texto con sentido sobre un tema y con un tono concreto, todavía tiene margen de mejora frente a la buena escritura humana. Aquí tienes algunas señales para descubrirlo: no es que todas y cada una de las pistas impliquen necesariamente que así sea, pero si se cumplen varias, mejor sospechar.

La inteligencia artificial deja huella en los textos. Así puedes descubrir si la IA está detrás de un escrito

  • La primera en la frente, parece una tontería pero lo de copiar y pegar sin leer tiene consecuencias como que se cuelen frases reveladoras y que no dejan lugar a dudas como ‘respuesta generada‘ o ‘como modelo de lenguaje de IA‘ o similares.

Toca para ir a la publicación de X/Twitter

  • No se moja. La diplomacia es una virtud, pero cuando se abusa de la neutralidad, el contenido puede dejar de ser interesante porque no ofrece una respuesta que nos ayude a inclinarnos hacia una idea. La clave está en que la IA ha sido diseñada para evitar mostrar prejuicios y ofensas, satisfaciendo a todo el mundo… paradójicamente para la IA, en algunas cuestiones no se puede ser templado. Así, la estructura de ‘por un lado…, por otro’ es bastante habitual. Sin embargo, mientras que en textos redactados por humanos suele haber una conclusión, la inteligencia artificial peca al no comprometerse.
  • También tiene sus muletillas. Si acostumbras a generar contenido con inteligencia artificial, verás cómo hay palabras y estructuras que se repiten, como la manida ‘crucial’ o ‘cuando estás [inserta actividad]’, ‘comenzar en…’, ‘aprender sobre…’, ‘en el mundo actual…’, ‘si eres como yo…’, ‘ahí lo tienes’.
  • …y expresiones de lo más marketinianas. Asimismo, tiene predilección por patrones que chirrían por lo publicitarios que suenan. Un buen ejemplo lo tienes en numerosas cuentas de X/Twitter y su grandilocuencia ante cualquier lanzamiento. No faltan términos y recursos como ‘profundizar, ‘descubrir’, ‘transformar’, ‘desbloquear’, ‘dominar’ o ya grandes clásicos: ‘descubre X en el apasionante mundo’ o ‘llevar X al siguiente nivel’. Las hipérboles están a la orden del día.
  • Abusa de los pronombres demostrativos: el, la, esto, estos, esos… es un indicador de IA a tener en cuenta. Como explica Daphne Ippolito, investigadora senior de Google Brain, esto sucede porque la IA sabe que son las palabras más comunes en inglés (ídem en castellano), así que al generar contenido, aplican esa norma aprendida en su entrenamiento.
  • Metáforas y construcciones tricolon. La IA abusa de este recurso retórico, cuya estructura es: ‘X es más que [breve descripción]; es [interpretación metafórica] [verbo] [contexto más amplio].
  • Que vivan los paralelismos antitéticos. Esta fórmula retórica consiste en cuando dos ideas opuestas son yuxtapuestas en estructuras paralelas como ‘de las tradiciones más antiguas a las tendencias más actuales’ o ‘ya seas un profesional experimentado o un incipiente novato’, un recurso que ayuda a que el contenido suene equilibrado. Los humanos también lo usamos, pero con más medida.
  • Pocos guiones y paréntesis. Mientras que personas que escriben como servidora tienden a adornar sus textos con información extra o matices a través de estos recursos, la IA no tiene esa necesidad, en tanto en cuanto es capaz de reducirlos a la mínima expresión al emplear construcciones sintácticas más sencillas y claras. Si ves pocos signos de puntuación, sospecha.
  • ¿Anástrofes? No, gracias. Este recurso retórico consiste en invertir el orden natural de las palabras al estilo Yoda, como por ejemplo ‘lo que oído habéis‘ y que suele emplearse en lenguaje coloquial y en publicidad para llamar la atención y hacer que una frase sea más fácil de recordar. Aunque no es muy común en el lenguaje humano (por eso la IA no ha sido suficientemente entrenada), los modelos no lo usan y cuando lo hacen fallan estrepitosamente, que además tiende per se a una escritura clara.
  • Ni catacresis. La IA nunca escribe nada mal, pero los humanos sí y a veces lo hacemos adrede. La catacresis está detrás de muchos memes (because reasons) y letras de canciones (‘Set fire to the rain’). En la escritura humana con este recurso se gana en humor y originalidad, algo de lo que adolece la IA.
  • Ni un solo fallo tipográfico ni ortográfico. Está claro que lo ideal en un texto es que tras ser escrito, sea revisado… pero no siempre es así y a la especie humana se nos escapan cosas. A la IA, no: sabe perfectamente cómo se escribe cada palabra, no se le escapan errores fruto de cambiar de estructura o expresión en medio de la frase y como no tiene dedos, no se le cuela una letra que no toca.

Fuente:https://www.genbeta.com/a-fondo/no-necesitas-detector-textos-para-ia-11-senales-para-descubrir-que-escrito-esta-hecho-inteligencia-artificial

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