El sector de las búsquedas en internet va a vivir un cambio con la llegada de la inteligencia artificial. Los chatbots salen a la luz como una alternativa a los motores de búsqueda de toda la vida, poniendo en peligro el dominio de gigantes como Google. ¿Lo conseguirán?
La inteligencia artificial está consiguiendo alcanzar todos los ámbitos que conozcas y sí, por supuesto que está afectando de lleno al mundo de la tecnología, y los motores de búsqueda no son una excepción.
El dominio de Google en este campo ahora parece que vive nuevos retos con la llegada de potentes herramientas de IA como ChatGPT o Perplexity. Este cambio está sentando unas potencialmente peligrosas bases futuras en la forma de buscar información. Al final, si tienes usa duda, qué mejor que un chatbot para que te responda. Eso sí, que sus respuestas sean 100% fiables y con fuentes.
“La experiencia será mucho más natural, con la búsqueda conversacional, permitiendo replantear o afinar la búsqueda y obteniendo una respuesta de diversas fuentes resumida en lenguaje natural, realmente estamos ante un nuevo paradigma en cuanto a experiencia de usuario”, añade en una entrevista para Computer Hoy Sergio García Cebolla, CIO de AENOR.
Ante esta nueva realidad, Google no se ha quedado de brazos cruzados. La compañía está trabajando en la integración de tecnologías de IA en su motor de búsqueda y otros servicios. Sin ir más lejos, ya anunció la integración de Gemini en la web con lo que se denomina AI Overviews. ¿El gran problema? Mostrar de esta forma el contenido parece que no termina de enganchar a muchos.
Pese a esto, no cabe duda de que el objetivo al final se trata de mantener su posición de liderazgo en el mercado, adaptándose a las nuevas demandas de los usuarios que buscan otro tipo de respuestas más directas y que incluso generen una conversación similar a la humana, pero puede que la cosa se ponga cuesta arriba conforme pasan los años.
Millones de personas están descubriendo el potencial de la IA y comenzando a integrarla en su vida
Dejando a un lado las grandes capacidades de ChatGPT —tomando este chatbot como referencia aunque existen varios similares— como redactar grandes textos o hacer resúmenes, hay un aspecto clave y sencillo al que puedes acceder de una forma simple: generar respuestas directas y contextualizadas a tus preguntas.
Por ejemplo, imagina que quieres saber de una receta qué ingredientes tienen gluten. Podrías hacerlo en Google, sí, pero quizá tardarías demasiado haciéndolo uno por uno. Si usas un chatbot, con tan solo plantear de una forma sencilla la pregunta, obtendrás una respuesta precisa y sin grandes líos de enlaces o publicidad.
Sin embargo, aquí viene el gran problema que aún queda por resolver: falta de precisión, sesgo y repetitividad. A excepción de algunos chatbots como Perplexity o el mismo Gemini de Google, carecen de fuentes que realmente te den la confianza de que aquello que se te dice es cierto. Aún falta tiempo para que las personas puedan al 100% confiar en las respuestas y los propios chatbots no caigan en errores absurdos o repeticiones.
Pero, sorteando este problema, hay otro gran hándicap que ya no afecta a la IA y es la disminución potencial del tráfico a sitios web individuales que podría afectar los modelos de negocio basados en publicidad. Esto, a su vez, podría impactar en la creación de nuevo contenido, vital para alimentar los sistemas de IA. Al fianl todo esto es una rueda.
Eso sí, y ya a título personal, es poco probable que las páginas web desaparezcan por completo. Muchos usuarios siguen queriendo profundizar en temas específicos más allá de las respuestas precisas dadas por los chatbots.
Esto es algo en lo que Sergio García coincide: “Creo que no terminará reemplazando totalmente los motores de búsqueda tradicionales, pues estos están pensados para una búsqueda rápida y muy directa, digamos que el resultado que se espera es otro. Pero, debido a su naturalidad, algunos tipos de búsqueda sí se adaptarán mejor a los chatbots como ChatGPT. Lo más probable es que terminemos viendo una combinación de ambas soluciones”.
La curiosidad de saber más allá es innata a los humanos, aunque a muchos les pueda la pereza y aunque sí, son realmente valiosos para temas concretos, quizá la convivencia de ambos modelos sea lo justo para todos. Además, el contenido creado por las personas seguirá siendo de valor incalculable por su originalidad, perspectiva única y narrativa, y eso difícilmente es sustituible.